Las lentes solares se clasifican del 0 al 4 en función de la absorción lumínica de los cristales. Una mayor oscuridad del filtro no significa siempre una mayor protección. La protección no depende de la cantidad de oscuridad del filtro, sino de la capacidad del mismo para neutralizar y absorber la radiación. De este modo, una lente muy clara puede proteger mucho y una de muy oscura puede no proteger nada.

Los filtros solares deben ser diferentes en función de la actividad que se vaya a realizar, y este factor debe tenerse muy en cuenta a la hora de elegir tus gafas de sol.

Los cristales polarizados tienen la propiedad física de absorber la luz que recibe la lente en una dirección concreta, lo que llamaríamos un reflejo o deslumbramiento. Evitando estos reflejos sobre las superficies mejoramos pues muchísimo la calidad de la imagen.

Ideales para practicar todo tipo de deportes acuáticos en días luminosos. También para la caza y la pesca y especialmente para conducir, ya que las lentes proporcionan una visión sin reflejos, con mayor nitidez y contraste. Proporcionan también una visión de los colores más natural obteniendo un mayor confort visual.

Este filtro polarizado puede encontrarse incluido también en lentes graduadas, tanto en las monofocales como en las progresivas.

Es este un tratamiento que se aplica sobre la lente, y que hace que parte de la luz visible se refleje y no llegue a traspasarla, reduciendo la entrada de luz de manera significativa.

Te recomendamos que utilices este tipo de lentes en los momentos de máxima luminosidad, como puede ser en pleno verano, en la playa o en la alta montaña.

En la mayoría de las gafas de sol que encontrarás en nuestros establecimientos se pueden poner lentes graduadas. Si eres de los que llevan gafas graduadas pero las de sol no las tienes, te animamos a que lo pruebes puesto que incrementarás significativamente tu confort visual.